Gruñidos, orejas hacia atrás, embestidas y mirada esquiva.
La agresividad del perro en casa con familiares es un grave problema que genera multitud de abandonos. Lo primero que tenemos que pensar es que el problema en la familia casi con total seguridad lo habremos causado nosotros.
Gruñidos, orejas hacia atrás, embestidas y mirada esquiva.
Normalmente los problemas derivan de una mala sociabilización del perro. Lo que normalmente hacemos mal y genera agresividad es:
El veterinario chequeará el estado general de salud para descartar que exista algún problema que genere la agresividad. Realizará una revisión física y un chequeo analítico para verificar que no tenga dolores y que no exista ningun problema cerebral o sensorial (tumores,...)
Para el tratamiento tendrías que acudir a un veterinario especializado en etología. Normalmente se expondrá al perro a las situaciónes que provocan agresividad y se utilizará la técnica del refuerzo positivo para corregirlo. La técnica del refuerzo positivo consiste en premiar al perro cuando no se muestra agresivo ante una situación que antes mostraba agresividad para ir modificando su conducta. En este punto es importante no aplicar castigos físicos para no reforzar la agresividad.