Diarrea y/o vómitos, distensión abdominal, dificultad para respirar, hinchazón de las extremidades e hinchazón generalizada.
La hipoalbuminemia es una condición clínica en la cual existe una disminución de los niveles séricos de albúmina por debajo de 3,5 g/dL. Esta enfermedad puede ser crónica o puede aparecer con rapidez, dando lugar a problemas mucho más graves.
La albúmina es una proteína formada en el hígado y llevada a la sangre. Cualquier daño al hígado puede provocar hipoalbuminemia. Los daños en los intestinos y vías urinarias también puede provocar unos niveles bajos de albúmina.
Es importante mantener unos niveles de albúmina adecuados pues esta proteína es la responsable de regular el volumen sanguíneo, puesto que ayuda a mantener el líquido sin que se filtre a otros tejidos. También sirve para tranportar vitaminas, hormonas y enzimas por el cuerpo.
Cualquier raza puede verse afectada por esta enfermedad. Tampoco está asociada a una edad concreta y la puede sufrir machos y hembras.
Diarrea y/o vómitos, distensión abdominal, dificultad para respirar, hinchazón de las extremidades e hinchazón generalizada.
Para encontrar la verdadera causa de la hipoalbunemia, el veterinario usará el diagnóstico diferencial. Se trata de ir descartando probabilidades según los síntomas que aparecen a primera vista, hasta encontrar el trastorno correcto para que se pueda tratar de manera apropiada.
Para determinar el plan de tratamiento efectivo se tendrá que determinar con seguridad que existe un bajo recuento de albúmina con un análisis completo de sangre y de orina. Para determinar la causa es posible que se necesiten radiografías de abdomen y tórax, ecografías y biopsias renales o hepáticas.
Se determinará el tratamiento que reciba el perro mediante el conteo de los niveles de albúmina. Al principio es posible que el perro tenga que estar en el hospital para que el tratamiento sea efectivo en el caso de que el estado del animal sea crítico. En estos casos se suministrarán líquidos por vía intravenosa para restaurar los electrolitos y la hidratación.
Si existe una acumulación de líquido en el pecho, el tratamiento consistirá en la inserción de un tubo en el tórax con el fin de aliviar parte de la acumulación. Toda la medicación dependerá de la causa real del problema de deficiencia de albúmina.
La inflamación en las extremidades puede mejorarse mediante fisioterapia y, largos paseos. El perro podrá volver a comer con normalidad si se planifica una dieta concreta.
El peso corporal y la acumulación de líquido deben ser controladas por el veterinario que además realizará pruebas de sangre para determinar la concentración de albúmina.
Debe controlarse el funcionamiento correcto del corazón, para ello, entre otras actuaciones, el perro debe recuperarse de cualquier estrés que esta enfermedad le haya podido causar.