La hipersensibilidad a la picadura de pulgas o la dermatitis alérgica a las pulgas suele causar un picor severo, una condición que se conoce médicamente como prurito. Con la edad la sensibilidad empeora y algunas veces pueden sufrir una condición relacionada llamada neurodermatosis, un problema de comportamiento que se produce como resultado de la ansiedad relacionada con la hipersensibilidad a las picaduras de pulgas.
La mayoría de los dueños primero notarán picazón y rascado frecuentes y severos, pérdida de pelo y costras en la piel de su gato.