Un uréter ectópico precisa una intervención quirúrgica, mediante la cual se abre una nueva abertura uretral en la vejiga. Otra opción es la extirpación del riñón bloqueado o infectado. Una parte del uréter desplazado tendrá que ser eliminado y, posteriormente reconectar la apertura del mismo con la vejiga.
Después de la cirugía, el veterinario debe realizar un seguimiento completo. Una prueba para ello es la inyección del colorante, que permitirá la inspección ocular del lugar donde se ha practicado la cirugía.
En las hembras se puede elevar la vagina para sostener el cuello de la vejiga, en el punto donde se unen la uretra y la vejiga usando la técnica de coloposuspensión. Así se corrige la incontinencia.
Si esta persiste, se prescribirá fenilpropanolamina que es un antibloqueante para mejorar el flujo urinario y, al mismo tiempo aliviar la tensión y el dolor. La terapia hormonal reproductiva puede provocar un aumento de la sensibilidad natural de los receptores de respuesta al estrés de la uretra.
Para el control del músculo uretral de las gatas esterilizadas se administrará estrógeno no estoroideo (Diethylstilbestrol). Una terapia de estrógeno y fenilropanolamina puede controlar la incontinencia de mantera más efectiva.
Para los machos con problemas de incontinencia, se recetará terapia con esteróides. El propionato de testosterona se pude administrar al principio para una mayor efectividad. Para una terapia a más largo plazo se recetará cipionato de testosterona.