Babesiosis en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La babesiosis es una infección causada por parásitos protozoarios del género Babesia, también conocidos como piroplasmas.  El parásito infecta y se multiplica en los glóbulos rojos de la sangre, provocando una anemia hemolítica directa e inmunomediada.

Los gatos que pasan más tiempo en el exterior son los que tienen más riesgo. Especialmente en bosques y zonas con plantas entre los meses de mayo y septiembre que es cuando las garrapatas están más activas.

Síntomas
  • Falta de energía
  • Falta de apetito
  • Membranas mucosas pálidas
  • Ictericia


Causas

El modo más común de transmisión es por la picadura de una garrapata sin embargo, puede trasmitirse por contacto directo a través de una mordedura de gato, transfusiones de sangre y transmisión placentaria.

Diagnóstico

El veterinario preguntará por el historial médico y por la aparición de los primeros síntomas.

El veterinario realizará pruebas de laboratorio estándar: perfil químico sanguíneo, conteo sanguíneo completo, análisis de orina y panel de electrolitos. Si sospechara de la infección, examinará en el microscopio las células sanguíneas para detectar formas intraeritrocíticas (microorganismos establecidos dentro de los eritrocitos). 

También se pueden hacer pruebas de anticuerpos inmunoflorescentes para detectar anticuerpos en el suero que reaccionen con Babesia sp. aunque, puede suceder que en gatos jóvenes no haya anticuerpos detectables. 

Las pruebas de reacción en cadena de la polimerasa (PCR), son más sensibles para diferenciar entre especies y subespecies.

Tratamiento

Si el gato se encuentra gravemente enfermo, necesitará de atención hospitalaria inmediata para el suministro de fluidos o transfusiones de sangre si se han destruido muchos glóbulos rojos y el gato sufre anemia. De lo contrario, si el gato se encuentra estable puede ser tratado de forma ambulatoria con la administración de agentes antimicrobianos, atovacuona y azitromicina. El tratamiento debe prolongarse entre 7 y 10 días.. 

El veterinario programará citas de seguimiento para monitorear el progreso del gato al tratamiento en que se le practicaran perfiles bioquímicos de sangre, conteo sanguíneo, análisis de orina, panel de electrolitos y PCR a partir del segundo mes de terapia. Si vive en áreas boscosas, inspeccione a su gato diariamente en busca de garrapatas y retírelas de inmediato.