Piel escamosa cerca del ojo, picazón intensa, rascado del ojo, mucosa o pus que contiene secreción ocular, edema y engrosamiento de los párpados, área abierta donde la piel se rasga o se desgasta, pérdida de cabello, pérdida de pigmentación de la piel alrededor del área afectada, formación de pápula (una pequeña elevación inflamada de la piel sin pus), formación de pústulas (una pequeña elevación inflamada de la piel con pus), conjuntivitis, inflamación de la córnea que causa ojos acuosos y dolorosos y visión borrosa.