- Pérdida de apetito
- Fiebre
- Vómitos
- Linfadenitis
- Ganas constantes de defecar
La campilobacteriosis es una infección bacteriana. Afecta al tracto intestinal y en ocasiones al torrente sanguíneo. La mayoría de los casos ocurre en los meses de verano y como casos aislados. La suelen padecer gatitos menores de seis meses de edad.
Un alto porcentaje de gatos son portadores de campilobacteriosis. Esta bacteria aparece en sus heces y puede contagiar a otros animales. Los humanos también podemos padecerla, así que hay que llevar a cabo unos protocolos de higiene estrictos después de entrar en contacto con un animal que padece campilobacteriosis.
La causa más común de esta enfermedad es el contagio, bien con otros animales infectados o la ingesta de comida y agua en malas condiciones.
Infección bacteriana.
Además de análisis de orina y sangre, el método de diagnóstico más apropiado es el análisis fecal. Después de 48 horas se analizará la presencia de glóbulos blancos fecales (leucocitos) que también pueden aparecer en el tracto gastrointestinal del gato.
Los casos leves pueden tratarse en la consulta veterinaria. Los casos más graves de campilobacteriosis requieren vigilancia para evitar complicaciones posteriores. Es muy posible que el veterinario recomiende aislar al animal, suministrarle un tratamiento de fluidos para controlar la deshidratación y antibióticos. No se debe descartar una transfusión de plasma.
El gato debe ser observado por si aparece algún síntoma de empeoramiento. Es importante también garantizar su hidratación.
Se deberá visitar al veterinario con regularidad para garantizar que ya no existen bacterias.
En estos casos, la prevención es decisiva: La limpieza de los cuencos de agua y comida así como los lugares habituales de descanso del gato, son medidas fáciles de tomar y que sirven de prevención para posibles contagios.