Mal aliento, babeo excesivo, dientes sueltos, bultos en la boca, dolor en la boca y normalmente pérdida de peso.
En los perros podemos encontrar 2 tipos de tumores orales: los benignos y los malignos.
Los benignos no hacen metástasis y están muy circunscritos. Son fáciles de extirpar con cirugía y normalmente no ponen en peligro la vida de los perros. Sin embargo, los malignos sí constituyen una grave amenaza para la salud de los perros.
En la boca de los perros podemos encontrar 3 tipos de tumores malignos:
Mal aliento, babeo excesivo, dientes sueltos, bultos en la boca, dolor en la boca y normalmente pérdida de peso.
Desconocidas
El veterinario preguntará sobre los síntomas detectados y realizará una exploración física centrada principalmente en la boca y el cuello. Buscará en la boca bultos o dientes sueltos y en el cuello una inflamación de los ganglios linfáticos que pueda implicar una mayor producción de glóbulos blancos para luchar contra la enfermedad.
También sería recomendable realizar analíticas de sangre y de orina para detectar posibles afectaciones en los órganos vitales y radiografías para ver si se aprecia algún crecimiento anormal en la boca.
El diagnóstico definitivo se realizará con una biopsia del tejido bucal. Con la biopsia el veterinario podrá establecer si se trata de un carcinoma, de un fibrosarcoma o de carcinoma escamoso. La agresividad varía de uno a otro y también el tratamiento más adecuado.
El tratamiento depende de la localización y del tipo de cáncer. En general las opciones que hay que barajar son las cirugías, la radioterapia y la quimioterapia.
Si se opta por la cirugía, en la boca normalmente después se requerirá una cirugía reconstructiva.
El pronóstico depende de la ubicación y de la expansión. Cuando está al final de la boca, hacía las amígdalas es más probable que se expanda y se propague. Estos cánceres es importante detectarlos lo antes posible para un buen pronóstico. Si el cáncer está localizado y se puede extirpar con cirugía siempre tienen un mejor pronóstico.