Asintomático normalmente hasta etapas avanzadas. Entonces presenta debilidad, letargo, pérdida de apetito, pérdida de peso, sed excesiva, vómitos, diarreas, abdomen hinchado y palidez o ictericia.
El cáncer de hígado está generalmente ocasionado por un carcinoma hepatocelular, tumor maligno que se forma en el tejido que recubre las cavidades y superficies del hígado. Son bastante raros, sin embargo representan más del 50% de todos los tipos de tumores hepáticos malignos.
Los tipos de tumores hepatocelulares son: 1) Masivo, tumor grande y único confinado dentro de una sola sección (llamado lóbulo); 2) Nodular, varios nódulos dentro de uno o unos pocos lóbulos hepáticos y 3) Difuso, nódulos generalizados en todos los lóbulos hepáticos.
Asintomático normalmente hasta etapas avanzadas. Entonces presenta debilidad, letargo, pérdida de apetito, pérdida de peso, sed excesiva, vómitos, diarreas, abdomen hinchado y palidez o ictericia.
Normalmente no hay causas definidas para el desarrollo del cáncer pero los perros mayores de 10 años con antecedentes de inflamación crónica o daño hepático pueden tener un mayor riesgo. También algunos tipos de toxinas que dañan el hígado pueden hacer que su perro sea más propenso al cáncer de hígado.
Tras el examen físico, tomando en consideración el historial médico de la mascota, el veterinario ordenará un perfil químico de sangre, un conteo sanguíneo completo y un análisis de orina. Se tomará muestras de células del hígado por aspiración con aguja fina para analizar con el microscopio. En caso de que el resultado no sea claro, entonces habrá que realizar una biopsia del tejido hepático.
El diagnóstico visual incluirá ecografía abdominal y rayos X del tórax para evaluar la condición del tumor y evidenciar una posible diseminación a los pulmones.
En primera instancia, se recomienda la extirpación quirúrgica del tumor; hasta el 75% del hígado puede extirparse sin una pérdida pronunciada de la función. La quimioterapia es indicada solo en algunos tumores (no cuando está disperso).
Por otro lado, los cánceres de hígado difusos y nodulares tienen un mal pronóstico. Si existe evidencia de la diseminación del cáncer a otros órganos abdominales o a los pulmones, es probable que solo le quede a su mascota unas pocas semanas de vida.
Se programarán citas de seguimiento para evaluar la condición general de la mascota. Es esencial mantener un control estricto de visitas para mantener al perro lo más saludable posible durante el mayor tiempo.
Si no es un candidato para la operación, la esperanza de vida de la mascota es de unos 6 meses. Con una cirugía que solo es parcialmente exitosa, la esperanza de vida sube a un año o más.