Soplo cardíaco, se oyen crujidos al escuchar los pulmones, suena el corazón amortiguado, duros sonidos al inhalar, tos, respiración dificultosa, debilidad y hasta parálisis posterior. Los miembros pueden presentar cianosis, palidez, dolor, hinchazón, debilidad o paralisis por carecer de un pulso fuerte.