Dolor, disminución del rango de movimiento, movimiento anormal y pérdida de masa muscular (atrofia muscular). Postura anormal al ponerse de pie, levantarse, acostarse o sentarse. Confusión, temblores y huesos y articulaciones de tamaño anormal.
El término cojera es muy amplio y se utiliza para expresar una anomalía en la marcha. Puede ir desde un movimiento anormal muy sútil prácticamente inapreciable hasta la incapacidad por apoyar una pata
La cojera puede darse en las extremidades tanto anteriores como posteriores y se puede producir en distintos momentos:
La gravedad de la cojera se mide con un grado de afectación que va del 0 cuando no cojea al 5 que sería cuando el perro no apoya la extremidad afectada.
Dolor, disminución del rango de movimiento, movimiento anormal y pérdida de masa muscular (atrofia muscular). Postura anormal al ponerse de pie, levantarse, acostarse o sentarse. Confusión, temblores y huesos y articulaciones de tamaño anormal.
Normalmente la cojera se produce por el dolor. El orígen del dolor puede estar en:
Además del dolor, también puede causar cojera una alteración neurológica o un problema mecánico
Hay que realizar un diagnóstico diferencial para ir descartando las causas. Además de la inspección visual, las pruebas más relevantes que utilizará el veterinario para un correcto diagnóstico de la causa que provoque la cojera son unas analíticas completas de sangre y de orina y las pruebas de imagen para ver posibles alteraciones de las patas afectadas.
El tratamiento se establecerá en función de la causa que esté provocando la cojera. Para una buena recuperación es muy importante que una vez solucionado el problema, el perro pueda ejercitar la musculatura de las extremidades.