Tras proporcionar el historial médico de la mascota, el veterinario realizará un examen físico acompañado de un hemograma completo, perfil bioquímico y análisis de orina. En la analítica el veterinario puede encontrar una presencia anormalmente alta de glóbulos blancos si el colapso de la tráquea está motivado por la presencia de alguna bacteria.
Las técnicas de diagnóstico por imagen pueden revelar la ubicación del colapso. La radiografía de tórax es útil para descartar otras patologías respiratorias y cardíacas así como determinar el sitio del colapso.
La fluoroscopia permite observar en tiempo real la obstrucción, de manera que el veterinario puede visualizar la estructura interna en movimiento, siendo el método más preciso.
La broncoscopia es un método más invasivo en comparación a la radiografía. El procedimiento consiste en insertar el broncoscopio en la tráquea mientras se obtienen vistas detalladas de diversas anomalías en el tubo traqueal como cuerpos extraños, sangrado, inflamación o tumores en las vías respiratorias. La broncoscopia también permite estimar la graduación del colapso traqueal (de 1 a 6 yendo de bloqueo más leve a más grave).