Entrecerrar los ojos o parpadear espasmódicamente, enrojecimiento de los tejidos húmedos del ojo, descarga del ojo, hinchazón o formación de folículos.
La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva. Denominamos conjuntiva a la capa mucosa que recubre la porción externa del globo ocular y la cara interna de los párpados. Su función es la de lubricar y proteger.
Entrecerrar los ojos o parpadear espasmódicamente, enrojecimiento de los tejidos húmedos del ojo, descarga del ojo, hinchazón o formación de folículos.
Las causas de las conjuntivitis en perros son variadas, entre ellas se encuentran:
La contaminación bacteriana puede producirse por un crecimiento excesivo de las bacterias que de forma normal se encuentran en el ojo, o por la contaminación de bacterias externas. Normalmente suele existir alguna causa que facilita la infección.
El diagnóstico de la conjuntivitis se basa en el historial médico y la exploración que realice el veterinario en su consulta. En los casos más graves será necesario realizar un cultivo bacteriano y tomar una muestra. El veterinario aplicará un anestésico local y posteriormente recogerá la muestra con un isopo estéril. La exploración debe incluir una prueba lagrimal de Schirmer y el examen de los fondos de saco en busca de cuerpos extraños como espigas.
Las conjuntivitis bacterianas leves se tratan con un antibiótico apropiado para su aplicación en los ojos. En los casos más graves el antibiótico se escogerá teniendo en cuenta los resultados del cultivo bacteriológico.
Las infecciones por estafilococos progresan adecuadamente con la administración de ácido fusídico. Y en las conjuntivitis de origen inmunitario el tratamiento irá acompañado de un corticoide tópico.
Se desaconseja la administración prolongada de antibióticos oculares si no hay una infección real, ya que puede provocar la aparición de resistencias o el sobrecrecimiento de otros microorganismos sobre los que no actúa el medicamento