Siempre es bueno prevenir las enfermedades antes que se desarrollen. Por eso, es importante que el gato esté en un ambiente limpio, con agua fresca a su disposición y, sobre todo, que no ingiera heces de otros gatos, lo cual puede ser un grave problema en el caso de los cachorros pero hay que estar siempre atentos.
Si el gato está infectado, deberá limitarse su comida y aumentar la ingesta de líquidos hasta que remita la diarrea. Asegurar que el agua esté limpia hirviéndola si es necesario.
Los gatos con un buen sistema inmunitario se recuperarán sin tratamiento. Para los mayores y cachorros existen medicamentos que previenen las complicaciones internas. El veterinario determinará la duración del tratamiento que ha de seguirse de manera rigurosa.
El pronóstico es bueno si el sistema inmunitario del gato es bueno. En cualquier caso, se tiene que vigilar al animal para comprobar su mejoría.