- Aumento de peso
- Debilidad
- Letargo
- Inactividad
- Torpeza mental
- Apariencia descuidada
- Estreñimiento
- Pérdida de cabello (alopecia)
- La baja temperatura corporal
El hipotiroidismo es una condición clínica que resulta de la producción y liberación reducida de las hormonas liotironina y levotiroxina, conocidas también como T3 y T4 respectivamente.
Estas hormonas se producen en las glándulas tiroideas y son esenciales para el metabolismo normal del cuerpo y algunas razas de gatos están más predispuestas a padecerla que otras. Igualmente las hembras esterilizadas y los gatos castrados tienen mayor riesgo a sufrirla.
En algunos casos, la causa es desconocida y en otros casos viene de un predisposición genética, cáncer, deficiencia de yodo, efecto de la cirugía y la esterilización.
Deberá proporcionar un historial completo de la salud de su gato, incluido un historial de síntomas y la naturaleza de los mismos así como posible incidentes que lo haya provocado.
El veterinario ordenará un perfil químico de sangre, un hemograma completo y un análisis de orina acompañado de un examen físico completo. Además, se incluirá una prueba endocrina para conocer los niveles de ambas hormonas junto estudios radiográficos para buscar anomalías que puedan estar causando la disfunción de las glándulas tiroideas.
El tratamiento suele ser de por vida, con medicamentos junto con restricciones dietéticas en el hogar. La mayoría de los síntomas se resolverán después de unos pocos meses. Las hormonas deficientes serán administradas de forma sintética.
Durante la fase inicial se suministrarán alimentos bajos en grasa en compañía de hormonas sintéticas. Evite cambiar los medicamentos sin antes consultar a su médico, igualmente evite darle medicamentos nuevos como remedios herbales ya que puede complicar los síntomas. La mayoría de los gatos responden bien a la terapia, con niveles de actividad y alerta mental que aumentan significativamente después de un tiempo relativamente corto.