- Beber mucha agua
- Orinar en exceso
- Comer mucho pero no ganar peso
- Falta de energía o letargo
En casos graves con Síndrome Hipersomolar el gato también presentaría los siguientes síntomas:
- Vómitos
- Pérdida de peso
- Depresión
- Estupor
- Confusión
- Coma
La diabetes mellitus es un trastorno en el cual los niveles de azúcar o glucosa en la sangre son elevados porque el páncreas no es capaz de producir suficiente insulina. En ocasiones puntuales, la acumulación de azúcar en sangre se produce porque el cuerpo no responde a la insulina. La insulina es una hormona polipeptídica del páncreas que permite que el azúcar o glucosa pase de la sangre a las células.
La glucosa es la fuente de energía para las células de los tejidos y los músculos y también para el cerebro. La glucosa se obtiene principalmente con la descomposición de los carbohidratos que ingiere el gato. La glucosa circula por el torrente sanguíneo y llega a todo el organismo como fuente de energía. La insulina se produce en el páncreas y se va liberando para que las células puedan absorber la glucosa. El páncreas aumenta la producción de insulina después de comer para utilizar el aumento de glucosa en sangre. En caso de que las células no necesitaran tanta energía, el exceso de glucosa se almacenará en los músculos y el hígado en forma de glucógeno. En caso de que baje el nivel de glucosa, el páncreas en vez de insulina liberará glucagón que estimulará la liberación de la glucosa acumulada en el hígado para que el cuerpo puede cubrir sus necesidades energéticas.
Cuando se complica la diabetes mellitus puede llevar al síndrome hiperosmolar que se caracteriza por una hipoglucemia aguda, deshidratación extrema y alteración de la consciencia por culpa de los desequilibrios metabólicos.
En casos graves con Síndrome Hipersomolar el gato también presentaría los siguientes síntomas:
La diabetes mellitus normalmente está causada por factores genéticos, infecciones, enfermedades autoinmune, pancreatitis u obesidad. La diabetes mellitus con síndrome hiperosmolar se produce normalmente por complicaciones de la diabetes mellitus. El síndrome hiperosmolar en alguna ocasión podría estar causado por infecciones o uso de algunos medicamentos.
Teniendo en cuenta el historial médico del gato, el veterinario realizará un recuento sanguíneo completo, un perfil bioquímico y un análisis de orina. Los resultados de las pruebas evidenciarán unos niveles altos de azúcar en la sangre, y a su vez el equilibrio de agua y electrolitos permitirá determinar el funcionamiento de los órganos internos y otras enfermedades asociadas que puedan estar agravando la diabetes del gato.
La diabetes mellitus podría ir acompañada de cetoacidosis pero no es habitual en los casos extremos del síndrome Hiperosmolar.
Se someterá a una dieta especial y terapia de insulina, vía oral o inyectada. La hospitalización es necesaria en caso de que la mascota presente síntomas de deshidratación y depresión, hasta lograr que se estabilicen los niveles de azúcar mediante dietas especiales e insulina.
Se someterá al gato a una dieta especial y a una terapia de insulina, vía oral o inyectada. La hospitalización es necesaria en caso de que el gato presente síntomas de deshidratación y depresión, hasta lograr que se estabilicen los niveles de azúcar mediante dietas especiales e insulina.
En caso que el gato presente convulsiones o tenga poca energía, se requerirá de la hospitalización inmediata en la unidad de cuidados intensivos durante varios días, en donde se le administrar líquidos y electrolitos intravenosos. Además, su gato recibirá insulina y medicamentos para controlar los vómitos u otros síntomas.
Se programarán citas de seguimiento frecuentes para control y seguimiento del tratamiento. La mayoría de los gatos necesitará insulina y alimentos especiales por el resto de su vida. Muy pocos gatos diabéticos volverán atrás a gatos no diabéticos. El veterinario decidirá si puede tomar insulina por vía oral o tiene que ser inyectada, en cuyo caso explicará cómo poner las inyecciones en casa. No se debe administrar insulina ni cambiar las dosis sin antes consultar con el veterinario.
Se recomienda estar pendiente de los cambios de apetito o de comportamiento del gato para un correcto seguimiento. En caso de cambios se recomienda acudir al veterinario. Y para evitar la deshidratación, convulsiones o coma a causa de la diabetes, es aconsejable cumplir con un horario de comida regular y consultar al veterinario sobre las dosis necesarias de insulina en cada momento.