- Beber mucha agua
- Orinar en exceso
- Comer mucho pero no ganar peso
- Falta de energía o letargo
- Vómitos
- Pérdida de peso
- Depresión
- Estupor
- Confusión
La diabetes mellitus es un trastorno en el cual los niveles de azúcar en la sangre son elevados porque el páncreas no es capaz de producir suficiente insulina. La insulina es una hormona polipeptídica del páncreas que permite que el azúcar en sangre o glucosa pase a las células. La glucosa es la fuente de energía para las células de los tejidos y músculos y también para el cerebro. Y la insulina es la encargada de mantener los niveles normales de glucosa en sangre
Cuando se complica la diabetes mellitus puede llevar al síndrome hiperosmolar que se caracteriza por una hiperglucemia aguda, deshidratación extrema y alteración de la consciencia por culpa de los desequilibrios metabólicos.
Complicaciones de la diabetes mellitus o que el páncreas no produce suficiente insulina.
Teniendo en cuenta el historial médico de su mascota, su veterinario realizará un recuento sanguíneo completo, un perfil bioquímico y un análisis de orina. Los resultados de las pruebas evidenciarán los niveles de azúcar en la sangre, el equilibrio de agua y electrolitos y a su vez, le permitirá determinar el funcionamiento de los órganos internos y otras enfermedades asociadas que puedan estar agravando la diabetes de su perro.
Se someterá a una dieta especial y terapia de insulina, vía oral o inyectada. La hospitalización es necesaria en caso de que la mascota presente síntomas de deshidratación y depresión, hasta lograr que se estabilicen los niveles de azúcar mediante dietas especiales e insulina.
En caso de que la mascota presente convulsiones o tenga poca energía, se requerirá de la hospitalización inmediata en la unidad de cuidados intensivos durante varios días, en donde se le administrarán líquidos y electrolitos intravenosos. Además, el gato recibirá insulina y medicamentos para controlar los vómitos u otros síntomas.
Se programará citas de seguimiento frecuentes para el control y seguimiento del tratamiento. La mayoría de los gatos necesitarán insulina y alimentos especiales por el resto de su vida. Muy pocos gatos diabéticos volverán atrás a gatos no diabéticos. El veterinario decidirá si puede tomar insulina por vía oral o tiene que ser inyectada, en cuyo caso te ayudará a saber poner las inyecciones. No administre insulina ni cambie las dosis sin antes consultar con el veterinario.
Controle los cambios de apetito o comportamiento de su gato, inclusive los niveles de energía. Para evitar la deshidratación, convulsiones o comas a causa de la diabetes, cumpla con un horario de dieta regular y asista a consulta veterinaria para garantizar la administración de la dosis correcta de insulina.
Acude al veterinario ante cualquier cambio de comportamiento que puedas detectar en tu gato.