Las secreciones de las vías respiratorias pueden ser eliminadas a través de la actividad física, ya que al aumentar la respiración e inducir la tos puede mejorar la eliminación del moco acumulado. Se suministrarán antibióticos para infecciones respiratorias y, en episodios agudos de bronconeumonía, es posible que necesite oxigenoterapia. El veterinario también podría recetar broncodilatadores para facilitar la respiración o antiinflamatorios si detectara inflamación por la acumulación de moco en las vías respiratorias.
El ejercicio leve será necesario para mejorar la excreción de moco. Igualmente, podrá indicársele la fisioterapia pulmonar. Adicionalmente, se programarán controles frecuentes para monitorear la salud de su mascota.