Displasia de cadera en gatos
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Bueno

La displasia de cadera es una malformación de la articulación coxofemoral, articulación que une el fémur con el hueso de la pelvis. Durante el crecimiento del gato, la cadera se desplaza ligera o excesivamente hacia los laterales, impidiendo el movimiento correcto, provocando dolor y cojera al gato cuando crece. 

A menudo, comienza cuando el gato es aún joven y físicamente inmaduro, generalmente después de los cuatros meses de edad.

Síntomas

Los síntomas dependen del grado de aflojamiento o laxitud de las articulaciones, el grado de inflamación de las mismas y la duración de la enfermedad.

Enfermedad temprana: los signos están relacionados con la flojedad o la laxitud de las articulaciones

Enfermedad posterior: los signos están relacionados con la degeneración de las articulaciones y la osteoartritis

  • Renuencia a correr, saltar o subir escaleras
  • Cojera intermitente o persistente de las extremidades posteriores, a menudo peor después del ejercicio.
  • «Salto de conejo», o balanceo de la marcha…
  • Postura estrecha en las extremidades traseras (las patas traseras están antinaturalmente juntas)
  • Dolor en las articulaciones de la cadera
  • Disminución del rango de movimiento en las articulaciones de la cadera
  • Pérdida de masa muscular en los músculos de los muslos
  • Aumento de los músculos de los hombros debido a que se ejerce más peso sobre las patas delanteras cuando el gato trata de evitar el peso en sus caderas, lo que lleva a un trabajo extra para los músculos de los hombros y el consiguiente aumento de tamaño.
Causas

Aunque es una enfermedad hereditaria, no es congénita ya que no se presenta desde un principio sino que se desarrolla. Los factores que influyen en el desarrollo de la enfermedad son el crecimiento rápido por alimentación inadecuada, la obesidad y los ejercicios físicos inadecuados.

También hay casos de aparición tardía, en la que se desarrolla debido a la osteoartritis.

Diagnóstico

El veterinario realizará un examen físico completo. Lo más importante es la palpación para detectar dolores e inflamaciones pero el veterinario también incluirá un perfil químico de sangre, un hemograma completo, un panel de electrolitos y un análisis de orina para descartar otras enfermedades. 

Las radiografías son cruciales para visualizar los signos de displasia de cadera. Las radiografías pueden mostrar una ligera displasia de cadera pero presentar mucho dolor porque es la inflamación de la articulación lo que duele.

Tratamiento

La mascota podrá recibir tratamiento para la displasia en forma ambulatoria siempre que no requiera cirugía. Se realizará una intervención quirúrgica dependiendo de la gravedad, tamaño y función del gato. 

En los casos de displasias leves o no operables se requerirá la administración de medicamentos antiinflamatarios para reducir el hinchazón y la inflamación, junto con medicamentos para el dolor. En estos casos no se curará pero sin dolor el gato podrá vivir de forma más o menos normal. También serán recomendables la administración de condroprotectores para proteger los cartílagos de las articulaciones y la fisioterapia y la natación para fomentar la actividad muscular, disminuir la rigidez muscular y ayudar a mantener la integridad muscular sin aumentar la gravedad de la lesión articular. 

Con el tratamiento médico el gato detiene el desarrollo de la enfermedad y requiere de un seguimiento mientras que con el tratamiento quirúrgico normalmente desaparecen los dolores una vez superado el post operatorio. Sin embargo, tienes que saber que la cirugía no es infalible y algunos gatos siguen presentando dolor después de la operación.

En todos los casos es importante la dieta y el control del peso para no perjudicar las articulaciones.

El veterinario programará citas de seguimiento después de iniciar el tratamiento inicial; asimismo se llevarán a cabo radiografías de rutina para indicar la tasa de curación en caso de haber recibido cirugía u observar la tasa de deterioro de la articulación de la cadera en caso de recibir cuidados ambulatorios. 

Las mascotas que han sido diagnosticadas con la enfermedad, es recomendable evitar que reproduzcan. Si la displasia de cadera no es tratada, el gato pierde mucha calidad de vida. Si dejamos que la displasia vaya avanzando, la vida del gato se acaba convirtiendo en una larga agonía. Si el gato siente mucho dolor, puedes aliviarlo con bolsas de agua caliente o masajes.