El Ductus arterioso persistente también conocido como conducto arterioso persistente (CAP), consiste en una abertura entre la aorta y las arterias pulmonares. 

Cuando un perro está en el vientre materno, no utiliza los pulmones y la sangre que obtiene llega directamente de la arteria umbilical de la madre. El conducto arterioso persistente lleva la sangre procedente de los pulmones directamente al resto del cuerpo pero cuando el perro empieza a respirar, debería cerrarse el paso entre la arteria pulmonar y la aorta. 

Si el conducto arterioso no se cierra es cuando aparece lo que denominamos conducto arterioso persistente (CAP). El CAP provoca que fluya demasiada sangre hacia los pulmones y fuerza el corazón ya que aumenta la presión sanguínea en las arterias pulmonares. El CAP hace que sangre rica en oxígeno procedente de la aorta vuelva a entrar en la arteria pulmonar y se mezcle con sangre pobre en oxígeno que es transportada hacia los pulmones.

Dependiendo de la gravedad, es decir, si esta es moderada o grande, puede causar insuficiencia cardiaca congestiva del lado izquierdo por sobrecarga del volumen sanguíneo en el lado izquierdo del corazón. 

Además, algunos casos también puede hacer que la sangre pobre en oxígeno que sale del corazón por la arteria pulmonar se desvie hacía la aorta a través de la conexión sin cerrar y resulta una irrigación de todo el cuerpo con sangre baja en oxígeno porque no ha pasado por los pulmones. Esto podría enviar una señal errónea al cuerpo que reduzca más glóbulos rojos, haciendo que la sangre sea demasiado densa.