En la mayoría de los casos, la mascota no muestra síntomas. En los casos más graves puede mostrar rigidez y dolor.
La espondilosis en perros es una patología degenerativa de la columna vertebral. Se caracteriza por la formación de unos espolones o picos de hueso en la parte inferior de las vértebras. Estos picos pueden impedir el movimiento normal de las vértebras y presionar los nervios.
Suele ser más frecuente en perros viejos y de razas grandes.
En la mayoría de los casos, la mascota no muestra síntomas. En los casos más graves puede mostrar rigidez y dolor.
Las causas de aparición son predisposición genética, traumatismos, y ejercicios repetidos que afecten a la columna.
Las imágenes de rayos X son fundamentales para el diagnóstico. El veterinario estudiará a fondo la situación de la columna vertebral. Para ello también puede necesitar inyectar un contraste y realizar un TAC o tomografía axial computerizada, para evaluar el estado neurológico y el movimiento de la mascota.
La espondilosis es degenerativa y cuándo antes sea detectada, mejores resultados tendremos con el tratamiento.
La espondilosis no tiene cura y lo único que podemos hacer es frenar la degeneración y tratar de aliviar los dolores en el perro. Para ello es básico el ejercicio para mantener al perro en forma y también una buena dieta para evitar el sobrepeso.
Si la enfermedad se diagnóstica cuando el perro ya tiene muchas dificultades para moverse se utilizarán terapias acuáticas para mantener al perro en forma porque las articulaciones dañadas tendrán menos presión. También puede aplicarse calor a las articulaciones para reducir el dolor.