Un gato que padece hipercalcemia debe ser hospitalizado para que se realice una terapia de líquidos. Además de debilitar los huesos, la hipercalcemia también puede provocar calculos renales y dañar el normal funcionamiento del corazón y el cerebro. Una vez estabilizado, se administrarán los medicamentos apropiados. El calcio sérico será vigilado dos veces al día durante la estancia en el hospital.
Posteriormente, según sea la causa subyacente de la hipercalcemia, el veterinario establecerá un calendario de seguimiento.