Gases abundantes, diarreas, vómitos, pérdida de apetito y de peso.
Los olores gaseosos que emanan del perro pueden ser desagradables, pero también pueden ser indicativos de una condición de salud subyacente que necesita ser tratada. De todas formas, la fuente de la mayoría de los gases en los perros proviene de la simple ingestión de demasiado aire.
Gases abundantes, diarreas, vómitos, pérdida de apetito y de peso.
La principal causa para el mal olor y la frecuencia de gases en un perro es la ingesta de una dieta de mala calidad o elaborada con algún producto que le produzca alergia.
El cambio de dieta es otro aspecto que puede generar un aumento de las flatulencias durante una temporada aunque con el tiempo debería estabilizarse.
Las digestiones difíciles también generan flatulencias y por ello habría que eliminar los alimentos difíciles de digerir como soja, grasas, especias, productos lácteos,… Asimismo, engullir alimentos o comer demasiado rápido también dificulta la digestión. Y también se han evidenciado problemas en perros con aumento de la frecuencia respiratoria o acostumbrados a alimentarse poco después del ejercicio.
Finalmente, detrás de las flatulencias podría haber una enfermedad gastrointestinal aguda y crónica. Pueden generar flatulencias excesivas el síndrome del intestino irritable, los parásitos, la inflamación del intestino o el crecimiento excesivo del tejido intestinal.
En este caso, el veterinario tan sólo puede detectar un problema de flatulencias cuando el propietario expresa tal condición. Tan sólo puede indicar un problema de flatulencias el propietario que es quién conoce la situación normal y los gases que podrían ser habituales en el perro.
El carminativo es uno de los medicamentos más populares para aliviar los gases que se puede administrar a un perro. Sin embargo, antes el veterinario realizará pruebas de laboratorio de rutina para saber si no se trata de un problema de salud subyacente.
Un carminativo es un medicamento o sustancia que favorece la disminución de la generación de gases en el tubo digestivo y con ello disminuyen las flatulencias y los cólicos. Tienen un efecto antiespasmódico en los músculos estomacales lisos y provoca una disminución de la fermentación en la flora intestinal.
Sería aconsejable utilizar una dieta altamente digestible, variando la fuente de proteínas y carbohidratos. Asimismo, administra porciones más pequeñas y con más frecuencia en un entorno tranquilo y aislado para el perro. También es aconsejable dejar reposar al perro antes y después de sus comidas. Conviene tener en cuenta que el ejercicio perjudica la digestión y puede precipitar una torsión de estómago y causar un problema de difícil solución.