El tratamiento del hemotórax consiste inicialmente en estabilizar al gato. Puede ser necesario corregir la pérdida de sangre hacia la cavidad torácica con líquidos intravenosos o transfusiones de sangre y drenaje pleural. Si el gato tuviera aire fuera de los pulmones, debe corregirse de inmediato. En caso de que los pulmones estuvieran dañados, podrá utilizarse un ventilador respiratorio para facilitar el intercambio gaseoso y disminuir el trabajo cardíaco. También puede ser necesario un drenaje pleural para sacar el exceso de líquido y facilitar la recuperación del normal funcionamiento de los pulmones y el corazón.
La hemorragia torácica grave o recurrente puede necesitar de toracotomía exploratoria (cirugía). No obstante, el tratamiento quirúrgico puede fallar si se desconoce la causa de la hemorragia.
Durante la recuperación, no se deberían suministrar medicamentos que puedan provocar la disminución de la coagulación sanguínea como las aspirinas. Es aconsejable utilizar un vendaje ligero para proteger la herida y el drenaje. Mientras se recupera, la mascota debe reposar en un lugar tranquilo, lejos de ruidos, niños y otras mascotas. El veterinario programará citas de seguimiento para tratar la causa subyacente y detectar a tiempo signos de recurrencia de hemotórax.