Tos, dificultada para respirar, vómitos, diarrea y pérdida de peso.
El pericardio es el saco de doble pared que contiene el corazón. Por su parte, el peritoneo es la membrana que forma el revestimiento de la cavidad abdominal.
La hernia diafragmática peritoneopericárdica afecta a la comunicación entre ambos órganos. En concreto, este defecto congénito hace que el contenido abdominal se introduzca en la cavidad pericárdica.
Esta afección puede ser un defecto prenatal que suele desarrollarse en la etapa embrionaria o en caso de contusiones puede aparecer por causas traumáticas.
Tos, dificultada para respirar, vómitos, diarrea y pérdida de peso.
Hereditarias o traumáticas.
Será con rayos X como se determine finalmente el tamaño y la parte herniada del abdomen, ya que los resultados de los análisis de perfil bioquímico, hemograma completo (CBD) y el análisis de orina suelen ser normales.
Existen pruebas más avanzadas como la peritoneografía de contraste. En esta prueba se utiliza líquido de contraste (químico) que se administra por inyección en la cavidad peritoneal y luego se realiza una radiografía en diferentes ángulos. Otra técnica comúnmente empleada para la confirmación del diagnóstico es la ecocardiografía.
Normalmente, el perro requerirá una cirugía para cerrar la hernia y colocar todos los órganos en su lugar habitual. Ahora bien, si esta anomalía se encuentra en perros ya adultos que no presenten síntomas que afecten a su vida normal, no se requiere un tratamiento especial.
El pronóstico es bueno si no hay complicaciones.