Hidrocefalia en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La hidrocefalia es una dilatación anormal de las cavidades del cerebro, originado por un incremento del volumen de líquido espinal. Puede afectar solo un lado o ambos lados del cerebro. 

Existen dos tipos de hidrocefalia: 1) compensatoria, en el cual el líquido espinal llena el espacio donde las partes funcionales del cerebro se han destruido y/o no se han desarrollado con normalidad y 2) obstructiva, que ocurre cuando el fluido espinal se acumula dando una obstrucción a lo largo del patrón circulatorio normal o se acumula en el sitio de resorción cerca de la aracnoides, capa intermedia entre la duramadre y piemadre de la meninge.

Síntomas

Mojar o ensuciar la casa, somnolencia, exceso de voz, hiperexcitabilidad, ceguera, convulsiones, hinchazón en la cabeza, ojos cruzados, anomalías de marcha y respiración anormal.

Causas

Ambos tipos de hidrocefalia pueden ser congénitas, y manifestarse a las pocas semanas hasta un año de edad; o adquiridas, que puede darse a cualquier edad. 

La obstrucción congénita causa hidrocefalia obstructiva primaria, generalmente en el cerebro medio. Las infecciones prenatales pueden causar estenosis del acueducto o estrechamiento con hidrocefalia posterior. La exposición a teratógenos (medicamentos que interfieren con el desarrollo fetal), deficiencia de vitamina A también son causas de hidrocefalia congénita. 

La hidrocefalia adquirida resulta en hidrocefalia obstructiva secundaria, causada por tumores, abscesos y enfermedades inflamatorias. La sobreproducción del líquido espinal, inclusive un tumor en el ojo pueden generar liquido en el cerebro. 

La forma congénita de hidrocefalia es más probable que ocurra en perros de razas pequeñas. También es una enfermedad hereditaria en los YorKshire terriers y, hay una alta incidencia en Beagles adultos, que presentan sistemas ventriculares agrandados y sin embargo, clínicamente no presentan síntomas. Por otro lado, la adquirida puede ocurrir en todas las razas. 

Diagnóstico

Se efectuará un examen físico completo, perfil sanguíneo completo, perfil químico sanguíneo, hemograma, panel de electrolitos y análisis de sangre para confirmar o descartar evidencia de trauma, infección o cáncer.

La radiografía del cráneo puede ayudar a diagnosticar hidrocefalia congénita, aunque la tomografía computarizada y la resonancia magnética permitirán llegar a una diagnosis definitiva. Otras pruebas de diagnóstico son punción lumbar, análisis del líquido y electroencefalograma para medir la actividad eléctrica del cerebro. 

Tratamiento

Para los casos severos se requiere hospitalización y/o cirugía. El tratamiento buscará reducir la presión intracraneal para que el cerebro no se vea afectado. El veterinario también tratará de reducir la producción de líquido cefalorraquideo y eliminarlo cuando sea posible. Cuando la afección sea leve, podrá utilizar para ello medicamentos como corticoesteroides y diuréticos. Sin embargo, cuando la afectación sea más importante, podría requerir una cirugía para el drenaje.

La hidrocefalia adquirida suele tener un mejor pronóstico sobretodo si se trata antes de que el cerebro quede afectado.