Deberá proporcionar un historial completo de la salud de su perro, incluido un historial de síntomas y la naturaleza del mismo. Su veterinario ordenará un perfil químico de sangre un hemograma completo, análisis de orina y un panel de electrolitos junto al examen físico para determinar el estado general de salud del perro.
Las pruebas de imágen, la radiografía y la ecografía abdominal, permitirán diagnosticar la hidronefrosis. En caso de no ser suficiente, el veterinario también puede requerir de pruebas especiales como la retrocistoscopia o vaginoscopia transuretral, procedimientos que se realizan con una cámara pequeña para visualizar el interior de la vejiga o la uretra.