Hifema en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

El hifema no es una enfermedad sino una condición que se caracteriza por la presencia de sangre en la cámara anterior de los ojos de los perros. El hifema puede estar motivado por problemas en los ojos o por problemas sistémicos.

En función de la gravedad, los hifemas se clasifican como:

  • Grado I cuando ocupa menos de 1/3 del ojo
  • Grado II: Cuando ocupa hasta la mitad
  • Grado II cuando ocupa hasta ¾
  • Grado IV cuando ocupa la totalidad del ojo.
Síntomas

Los síntomas dependen del grado de sangrado y de si la visión ya se ha visto afectada. Los signos comunes que se observan durante un examen físico son: sangre dentro de la cámara anterior del ojo, edema corneal, lesiones corneales y presión intraocular elevada.

Causas

Cuando el Hifema se debe a alteraciones oculares, normalmente sólo afectan a un ojo y podemos encontrar las siguientes causas:

Y cuando se deben a alteraciones sistémicas, normalmente la sangre se presenta en los dos ojos y las causas suelen ser:

Diagnóstico

El diagnóstico lo deberá realizar un veterinario especializado en oftalmología. En primer lugar realizará una exploración física. Normalmente la sangre se detecta en la parte inferior del ojo porque cae hacía abajo por gravedad.

El veterinario realizará también una tonometría para averiguar la presión intraocular y una ecografía del ojo si la sangre no permitiera ver la estructura interna del ojo. En los casos en que el veterinario sospechara que la causa puede estar en un tumor o un traumatismo, entonces también realizará pruebas de imagen: radiografías y tomografías.

Si el veterinario sospechara que la causa puede ser un enfermedad sistémica, entonces también solicitaría una analítica sanguínea y medición de la presión arterial.



Tratamiento

El hifema es una urgencia veterinaria y habría que acudir rápidamente al veterinario. Lo más normal es que el veterinario trate de estabilizar el problema y después remita al perro a un oftalmólogo especialista.

Lo primero será contener la inflamación y controlar el dolor con analgésicos y antiinflamatorios. Después, el veterinario tratará de solucionar las causas subyacentes que provoquen la hemorragia. Si la enfermedad es sistémica, el veterinario podría recetar antibióticos para combatir infecciones o transfusiones de sangre para solucionar coagulopatías.

En casos graves podría ser necesario drenar la sangre del ojo aunque lo habitual es que la sangre del hifema vaya drenando y el ojo se recupere por sí sólo. Si el problema se alarga, en ocasiones surgen complicaciones que pueden derivar en desprendimientos de retina, cataratas o ceguera en los casos más graves.