Su perro podrá requerir atención hospitalaria hasta que se estabilice. Se le administrará anticoagulantes y terapia de fluidos. En caso de presentar coágulos en arterias o pulmones, se le suministrará oxígeno en jaula.
El veterinario es el único que decidirá cuándo y por cuanto tiempo debe administrar los medicamentos anticoagulantes basándose en el tiempo que tarda la sangre del perro en coagularse después del tratamiento.
Si la enfermedad subyacente que causa hipercoagulabilidad no se puede resolver, es posible que ocurran episodios de coagulación posteriores.
Después del alta hospitalaria, deberá asistir al veterinario dos veces por semana para controlar los tiempos de coagulación o tiempos de protrombina. Seguido a esto, su veterinario querrá evaluar la evolución del trastorno de coagulación varias semanas, hasta que esté seguro de que la afección se ha resuelto. Posteriormente, solo se requerirá de chequeo cada pocos meses.