Normalmente los perros no parecen estar enfermos. Los síntomas son leves de vómitos, aumento de sed, falta de apetito, debilidad, lentitud, aumento de micción, agrandamiento palpable de las glándula paratiroides del cuello y presencia de cálculos en el tracto urinario. En el caso de hiperparatiroidismo secundario nutricional por alimentos con poco calcio o exceso de fósforo, la desnutrición lleva fracturas de huesos y estado corporal debilitado.