Ensanchamiento de las encías, aumento en la altura de las encías, áreas de inflamación en las encías, crecimiento o formación de masas de tejido en las encías.

Normalmente está causada por una acumulación de bacterias en la boca o por el uso de algunos medicamentos.

La hiperplasia gingival suele diagnosticarse durante una inspección de boca de rutina. En algunos casos, durante la exploración física de la boca, el veterinario también puede detectar alguna masa en las encías y en estos casos sería conveniente hacer una biopsia para descartar la presencia de un cáncer o neoplasia.

Hiperplasia gingival canina suele ser reversible. Si el tratamiento se aplica pronto, suele tener una fácil solución. Normalmente con una buena limpieza bucal sería suficiente. Si la hiperplasia estuviera muy avanzada podría ser necesaria la aplicación de medicamentos antibacteríanos y de analgésicos en caso de que el perro tuviera dolor en la boca. Y en algunos casos hasta podría ser necesaria la cirugía.

Más que un buen tratamiento, lo ideal para luchar contra la hiperplasia gingival es una buena prevención. Tener una buena higiene bucal evitaría muchos problemas.