Hipertensión sistólica en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

Conocida también como presión arterial alta, es el resultado de la elevación sostenida de la presión sistólica y/o diastólica. Existen dos tipos de hipertensión: 1) hipertensión primaria, que no tiene causa aparente y es poco común en perros; 2) hipertensión secundaria, es causada por otra enfermedad y es la más frecuente entre las mascotas. 

La presión alta puede ocasionar daños renales, oculares, neurológicos y cardiovasculares.  

Síntomas

Convulsiones, desorientación, ceguera, pupilas dilatadas, hemorragia del ojo y sangrado de nariz. Sangre en la orina, riñones hinchados o encogidos, soplos cardíacos y debilidad.

Causas

Las causas de hipertensión primaria son desconocidas, no obstante se cree que hay un componente o factor hereditario que la provoca. Por otro lado, la hipertensión secundaria representa el 80% de los casos de presión arterial alta y está causada por afecciones renales; diabetes mellitus; hiper e hipotiroidismo; enfermedades neurológicas; policitemia u obesidad.

Diagnóstico

Se mide la presión arterial en la pata o cola del perro con un instrumento de medición estándar. Durante el diagnóstico, es importante mantener al perro inmóvil con el fin de obtener una lectura precisa. 

Los estándares para la presión arterial de perros son:

  • 150/95: existe un riesgo mínimo en lecturas igual o menor a esta. No se requiere de tratamiento.
  • 150/99-159/95: No requiere de una intervención. 
  • 160/119-179/100: Es necesario un tratamiento para limitar daño en órganos 
  • 180/120: Se necesita de tratamiento inmediato para evitar complicaciones graves. 

Para obtener buenos resultados y dar con un diagnostico apropiado, deberá realizarse 5-7 mediciones. 

Las mediciones idealmente irán acompañadas de un perfil bioquímico sanguíneo y hemograma.

Tratamiento

El tratamiento dependerá del tipo de hipertensión presente. Si es primaria, debe ser tratada con fármacos que ayuden a reducir la presión arterial como medicamentos betabloqueantes de los canales de calcio. En caso de ser secundaria, debe tratarse las posibles causas subyacentes. Dependiendo del tipo, debe suministrarse alimentos con bajo contenido de sodio.  

Hay que cuidar varios aspectos de la rutina diaria de su mascota, como una dieta supervisada por el veterinario. También es recomendable la actividad física con regularidad y programar visitas al especialista para evaluar la evolución de estado de salud.