Infección parasitaria (Neosporosis canina)
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La neosporosis es una enfermedad que provoca la muerte de células y tejidos vivos (necrosis). La enfermedad está causada por un protozoo parásito denominado neospora caninum que se descubrió en 1988. Es muy similar a Toxoplasma gondii que provoca la toxoplasmosis y por eso muchas veces se confunde.

El perro y los cánidos salvajes son hospedadores definitivos e intermediarios. También afecta a rumiantes pero parece que no afecta a los hombres.

El parásito se encuentra en los hospedadores intermediarios de forma libre (taquizoitos) y dentro de los quistes tisulares (bradizoitos). Y existe un tercer estadio que sólo lo encontramos en los hospedadores definitivos que son los ooquistes no esporulados.

Con un diagnóstico y un tratamiento precoz, se estima que la mitad de los afectados pueden recuperarse de forma definitiva. La enfermedad afecta de forma más severa a los cachorros o a los perros con un sistema inmunológico debilitado.


Síntomas

Debilidad de los músculos cervicales y dificultad para tragar.

Los perros de menos de seis meses presentan rigidez de las extremidades pélvicas, parálisis que se distingue por una atrofia muscular gradual (en la cual los músculos se agarrotan y no pueden moverse), progresando a contracción rígida de las extremidades. En perros mayores, el sistema nervioso central tiene más probabilidades de estar involucrado, lo que lleva a síntomas como convulsiones, temblores, cambios de comportamiento y ceguera. Estos signos se desarrollan gradualmente. La eventual parálisis de los músculos implicados en la respiración puede conducir a la muerte. En muchos casos, la infección se propaga por todo el cuerpo y afecta a la mayoría de los órganos, incluida la piel. La dermatitis es otro síntoma común de neosporosis, particularmente en perros viejos.

Causas

El protozoo Neospora caninum invade el cuerpo del animal huésped. Los taquizoitos que invaden todo el cuerpo provocan una respuesta inflamatoria y la muerte de células y tejidos vivos. 

La transmisión puede ser transplacentaria y transmitirse a través de la placenta de madre a hijo o a través de los ooquistes que quedan en las heces o en el alimento o agua contaminada.


Diagnóstico

El veterinario realizará un análisis de sangre y de orina. También ordenará un análisis de heces para ver si encuentra ooquistes que le permitan certificar el diagnóstico.

El parásito también se puede encontrar con lavados traqueales, aspirados de pulmón o biopsias tisulares. El veterinario identificará el neospora caninum con técnicas de Microscopio, Inmunocitoquímica o PCR.


Tratamiento

Se recetarán medicamentos para detener el avance de la enfermedad. Si los músculos han comenzado a contraerse y se ha generalizado la parálisis entonces el diagnóstico es bastante pobre.