Debilidad de los músculos cervicales y dificultad para tragar.
Los perros de menos de seis meses presentan rigidez de las extremidades pélvicas, parálisis que se distingue por una atrofia muscular gradual (en la cual los músculos se agarrotan y no pueden moverse), progresando a contracción rígida de las extremidades. En perros mayores, el sistema nervioso central tiene más probabilidades de estar involucrado, lo que lleva a síntomas como convulsiones, temblores, cambios de comportamiento y ceguera. Estos signos se desarrollan gradualmente. La eventual parálisis de los músculos implicados en la respiración puede conducir a la muerte. En muchos casos, la infección se propaga por todo el cuerpo y afecta a la mayoría de los órganos, incluida la piel. La dermatitis es otro síntoma común de neosporosis, particularmente en perros viejos.