Infección por Poxvirus en gatos
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

Se trata de una enfermedad rara provocada por un virus. En principio sólo llega a ser grave en gatos con un sistema inmunitario inmunodeprimido. La enfermedad también puede contagiarse a las personas.

Síntomas

Las lesiones cutáneas son uno de los principales síntomas de la infección por poxvirus en los gatos. Estas lesiones pueden desarrollarse inmediatamente, o pueden ser secundarias y desrrollarse tras unas semanas.. Las lesiones son generalmente circulares y con costra, y se suelen concentrar en la cabeza, el cuello o las extremidades delanteras. En aproximadamente el 20 por ciento de los casos, las lesiones aparecen en la boca (lesiones orales).

En algunos casos, pueden aparecer síntomas sistemáticos adicionales, como anorexia, lentitud, vómitos, diarrea, neumonía y conjuntivitis.


Causas

Los gatos amantes de cazar ratones son los más expuestos a la enfermedad. Los roedores son portadores del virus aunque a ellos no les afecta. Cuando un gato entra en contacto con un ratón infectado, entonces podrá desarrollar la enfermedad.

Diagnóstico

El veterinario primero preguntará por la aparición de los síntomas y por la actividad que ha llevado a cabo el gato a lo largo de las últimas semanas. Cualquier información relativa al contacto con ratones constituirá una señal.

Para un diagnóstico claro, en primer lugar ordenará un análisis completo de sangre para determinar el estado de salud del gato. En el análisis podría detectar anticuerpos para luchar contra el virus. Si no se detectara en el análisis de sangre también los podría hacer en un raspado de piel o bopsia de las heridas.

El veterinario también podría tratar de detectar el ADN del poxvirus mediante una PCR.

Tratamiento

Normalemte las lesiones se curan a las 6 semanas. Es muy importante no confundir la enfermedad con otra que requiera del uso de corticoesteroides porque la infección por poxvirus se podría agravar.

No existe ningún agente antivírico que haya demostrado su efectividad. Con el tiempo el gato irá mejorando. Si no fuera así, podría provocar alguna infección bacteriana y entonces el veterinario recetaría un antibiótico.

En los casos más graves podría comprometer la respiración y el pronóstico sería ya malo.