En los casos de diarrea crónica, es posible que el gato presente deshidratación por lo que deberá ser hospitalizado para que se le realice una hidratación intravenosa. Si la colitis es repentina y aguda, es posible que el veterinario determine que no se le den alimentos al gato durante 24 o 48 horas para permitir que el colon se relaje.
Puede ser necesaria la extirpación quirúrgica de los tejidos afectados si hay inflamación crónica o infección por hongos. Hay casos en los que el gato responde mal a la medicación por lo que el veterinario también puede valorar la cirugía.
La medicación se basará en el motivo que ha causado la inflamación: por ejemplo, si es una inflamación por parásitos como tricocéfalos o anquilostomas, se recetarán medicamentos antiparasitarios. Por otro lado, se recetarán medicamentos antiinflamatorios e inmunosupresores si la causa es una reacción autoinmune.
El tratamiento de la colitis en casa tiene que pasar por un cambio de dieta. El veterinario puede sugerir una dieta de proteínas, suplementos con fibra no fermentada como por ejemplo el salvado. El salvado ayuda a aumentar la masa fecal, mejora las contracciones musculares en el colon y extrae el agua fecal de las heces.
El veterinario realizará exámenes de seguimiento durante algunas semanas, especialmente si el tratamiento incluye medicación. Habría que evitar que el gato se aproxime a otros animales, que coma alimentos contaminados y que descanse en ambientes húmedos.