- Dolor al orinar
- Dificultad micción
- Micción frecuente
- Sangre en la orina o orina turbia
- Estreñimiento
- Infertilidad
- Pérdida de apetito
- Fiebre
- Debilidad y letargo
La infllamación de la próstata o prostatitis normalmente está causada por una infección bacteriana. La bacteria E. colli es la que más afecta al sistema urinario.
Es una enfermedad más habitual en animales de edad avanzada o con un sistema inmunológico debilitado.
Las causas evidentemente son el contacto con las bacterias y también normalmente un déficit en el sistema inmunológico del perro. Algunas patologías que afectan a la próstata como la hiperplasia prostática, los quistes o los tumores pueden facilitar el desarrollo de la prostatitis
El veterinario en primer lugar realizará una exploración física con palpación rectal de la próstata para tratar de detectar si se encuentra inflamada.
Para confirmar el diagnóstico normalmente utilizará distintas pruebas de imagen: radiografía, ecografía o tomografías computerizadas.
El análisis de orina y de sangre también permite ver si hay infección en la próstata. El cultivo de orina o de líquido prostático permite determinar el origen de la infección y determinar los antibióticos que puedan ser más eficaces para atacar a la bacteria. Extraer líquido prostático con una punción con aguja fina puede ser peligroso en caso de que el perro tenga abscesos en la próstata porque podría romperlos y diseminar la infección.
Para el tratamiento, el veterinario recetará antibióticos para combatir las bacterias causantes de la inflamación. Como el cultivo requiere de un cierto tiempo para obtener resultados y hay que atacar el problema con rapidez, normalmente durante las primeras 48 horas se utilizará un antibiótico genérico como la clindamicina que después al tener los resultados del cultivo será sustituido con el antibiótico más efectivo en cada caso. Normalmente el tratamiento con antibióticos se alargará durante 4 semanas en el caso de las prostatitis agudas y durante 8 en las prostatitis crónicas.
Si la prostatitis fuera recurrente, el veterinario se podría plantear la castración para prevenir las recaídas.