Inflamación del colon en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

Los perros pueden sufrir de forma más o menos periódica episodios de diarrea. Normalmente se solucionan por si solas porque son consecuencia de una mala digestión puntual. Sin embargo, conviene distinguir entre las diarreas "normales" de las que pueden tener una causa grave.

La colitis es una inflamación que se produce en el colon que es la parte del intestino grueso que absorbe más agua (el intestino grueso se compone por el colon el recto y el ano). Cuando el colon se inflama, se reduce la capacidad del mismo para absorber agua y almacenar las heces. Esto provoca una diarrea acuosa, en algunos casos con sangrado. 

En el caso de la colitis ulcerativa histocítica se trata del aumento del revestimiento del colon del perro. Además, puede producirse una ulceración como consecuencia de la pérdida del revestimiento superficial. Una extensión de la colitis puede dar lugar a una proctitis, que es la inflamación del recto.  

Este trastorno puede afectar a cualquier raza de perro. No obstante, los Boxer parecen tener una especial tendencia a padecerla. Los primeros signos clínicos aparecen a los dos años de edad. 

Síntomas

Defecación frecuente pero en pequeñas cantidades, diarrea crónica con moco y/o sangre, vómitos, pérdida de peso y disminución del apetito.  La evacuación puede irritar aún más el tejido inflamado del colon y el recto haciendo que se rompa.

Causas

Entre otras podemos destacar: 

  • Parásitos intestinales o rectales 
  • Infección bacteriana 
  • Infección por hongos 
  • Abrasión o trauma en el intestino por ingestión de objetos extraños
  • Desórdenes alimentarios (cambios de dieta, comida en mal estado...)


En algunos casos, es posible que los productos de desecho, como la urea procedente de la orina, se reviertan en el torrente sanguíneo. Esto puede causar una infección y la inflamación del tracto intestinal. 

Hay que considerar la posibilidad de que el perro sufra algún tipo de reacción alérgica. Esta condición puede provocar la hinchazón de algunos órganos, entre ellos, el colon. En este caso es muy importante precisar el origen de la alergia. 

Diagnóstico

El veterinario si sospecha de la colitis, primero realizará un análisis de sangre y de heces completo. Con estos análisis podrá determinar si existe inflamación de los tejidos pero después normalmente tendrá que realizar otras pruebas para determinar la causa.

El veterinario preguntará por cambios alimentarios y realizará un examen rectal para evaluar inflamaciones y posibles úlceras en el colon. 


Tratamiento

En los casos de diarrea crónica, es posible que el perro presente deshidratación por lo que deberá ser hospitalizado para que se le realice una hidratación intravenosa. 

Si la colitis es repentina y aguda, es posible que el veterinario determine que no se le den alimentos al perro durante 24 o 48 horas para permitir que el colon se relaje.  El tratamiento de la colitis en casa tiene que pasar por un cambio de dieta. El veterinario puede sugerir una dieta de proteínas, suplementos con fibra no fermentada como por ejemplo el salvado. El salvado ayuda a aumentar la masa fecal, mejora las contracciones musculares en el colon y extrae el agua fecal de las heces. 

Normalmente se requerirá medicación y el veterinario prescribirá la más adecuada según el motivo que ha causado la inflamación. Por ejemplo, si es una inflamación por parásitos como tricocéfalos o anquilostomas, se recetarán medicamentos antiparasitarios. Por otro lado, se recetarán medicamentos antiinflamatorios e inmunosupresores si la causa es una reacción autoinmune. Hay casos en los que el perro responde mal a la medicación por lo que el veterinario también puede valorar la cirugía. Puede ser necesaria la extirpación quirúrgica de los tejidos afectados si hay inflamación crónica o infección por hongos.

El veterinario realizará exámenes de seguimiento durante algunas semanas, especialmente si el tratamiento incluye medicación. Habría que evitar que el perro se aproxime a otros perros, que coma alimentos contaminados y que descanse en ambientes húmedos.