En caso de sufrir esofagitis leve, se puede tratar a la mascota como paciente ambulatorio. No obstante, si el gato sufre complicaciones como la neumonía, deberá ser hospitalizado para recibir tratamiento y cuidados intensivos. Con frecuencia se requieren de antibióticos para tratar la neumonía en los pacientes afectados, pero no siempre es así.
El pronóstico es bueno cuando la esofagitis se reconoce y se trata de manera rápida y agresiva. Distinto es cuando la condición ha avanzado al punto de que el esófago se ha estrechado, allí el pronóstico suele ser muy malo. Por unos días, el veterinario podría recomendar retener el agua y alimentos para poder recuperar la normalidad en la zona. Mientras tanto podría nutrirlo por vía intravenosa.
Cuando el gato pueda ingerir alimentos nuevamente, se le suministrará alimentos suaves y altamente nutritivos. Se necesitará de controles de seguimiento y exámenes de endoscopia para verificar la mejoría del esófago.