Según la concentración y la duración de la exposición al monóxido de carbono, los síntomas pueden ser de carácter agudo o leve:
- Somnolencia o letargo
- Debilidad
- Piel y mucosas de color rojo
- Mareos
- Movimientos descoordinados
- Dificultad para respirar
- Depresión
- Pérdida de la audición
- Coma