- Vómitos
- Babeo excesivo
- Pérdida de apetito y de peso
- Debilidad
- Depresión
- Aumento de la sed y de micción
- Heces alquitranadas oscuras que contienen sangre
- Estreñimiento
- Temblores musculares
- Dolor abdominal
La vitamina D promueve la retención de calcio para los huesos, nervios y músculos y es vital para el equilibrio del fósforo. La vitamina D es liposoluble y causa problemas en los tejidos grasos y el hígado cuando hay un exceso.
Dieta desequilibrada (suplementos) o ingesta de productos químicos para matar roedores.
El veterinario preguntará por la dieta y por la exposición a veneno para roedores. También llevará a cabo las pruebas de laboratorio rutinarias: análisis de sangre, perfil bioquímico y análisis de orina. Niveles altos de calcio y fósforo o bajos de potasio en sangre son la primera pista. En la orina también puede detectarse un nivel alto de proteínas y glucosa.
De todas formas, el análisis definitivo es el de vitamina D en sangre.
El tratamiento es caro y largo porque exige de muchas pruebas pero debe iniciarse lo antes posible porque las primeras 72 horas son clave.
La hospitalización debe ser rápida y si la ingesta fue reciente, el veterinario inducirá al vómito. En la misma línea, también será importante suministrar fluidos para potenciar la orina y eliminar el exceso de vitamina D. Y la terapia de fluidos deberá ayudar a corregir el desequilibrio electrolítico.
En casos graves debe tratarse una posible anemia con transfusión de sangre o una posible infección bacteriana con antibióticos.