La luxación anterior del cristalino es más grave y requiere de una intervención quirúrgica para retirar el cristalino desplazado. Sin embargo, con la luxación posterior del cristalino por lo general el veterinario tratará de reducir los efectos que produce esta condición pero el cristalino se quedará desplazado. Normalmente se aplicará una terapia tópica miótica y tratará de conseguir la constricción de la pupila del ojo.
En el caso que la luxación del cristalino sea una condición adquirida a causa de otra enfermedad, lo primero que hará el veterinario es tratar de solucionar la enfermedad subyacente.
Si la luxación de cristalino no se tratara a tiempo, el gato podría perder la vista. Los gatos ciegos pueden tratarse mediante la evisceración o por la enucleación con prótesis intraesclerales es decir, reemplazo del ojo con un ojo artificial. Si la afección es secundaria al cáncer, la enucleación es la mejor opción.
Tras recibir el tratamiento inicial, el gato debe ser reexaminado a las 24 horas y posteriormente, cada tres meses. Desafortunadamente, existe la posibilidad de que la luxación de la lente afecte a ambos ojos si aún no lo ha hecho.