Es una condición muy amplia y los síntoma pueden variar mucho según el grado y ubicación de la malformación. Los síntomas más graves aparecen cuando la malformación provoca compresión de la médula espinal: dolor, dificultad de movimiento, problemas neurológicos, parálisis y ataxia. Sin embargo, en muchas ocasiones, las malformaciones sólo provocan incontinencia, pequeños cambios en los movimientos o la posición del perro.