Meningoencefalomielitis granulomatosa: Inflamación del cerebro y médula espinal en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Reservado

La meningoencefalomielitis granulomatosa es una enfermedad inflamatoria del sistema nervioso central que conduce a la formación de granulomas, acumulación semejante a bolas de células inmunitarias que se forman cuando el sistema inmunitario trata de aislar sustancias extrañas. Estas pueden localizarse o propagarse al cerebro, la médula espinal y las meninges. 

Los perros entre las edades de 6 meses y 10 años son los más comúnmente afectados con meningoencefalomielitis granulomatosa, siendo las hembras más susceptibles que los machos.  La meningoencefalomielitis granulomatosa puede ser de tres tipos: 1) Ocular, que afectará la región del ojo; 2) Focal, que se centrará y afectará individualmente al cerebro o la médula espinal y 3) Multifocal, que afectará el cerebro y la médula espinal.

Síntomas

Ceguera, somnolencia, dar vueltas, convulsiones, cambios de comportamiento, debilidad en las extremidades traseras y presión con la cabeza contra objetos. Los síntomas dependen del tipo de enfermedad y su ubicación. Por ejemplo, la forma ocular de GME afectará a la región de los ojos, mientras que multifocal GME afectará el cerebro o el cerebro y la médula espinal.

Causas

La causa exacta es aún desconocida. Se cree que puede deberse a un problema del sistema inmune, a infecciones o a factores genéticos.

Diagnóstico

El veterinario realizará una inspección física y preguntará por el historial médico del perro y el inicio de los síntomas. También solicitará un perfil bioquímico de hemocultivo, un hemograma completo y un análisis de orina acompañado de un examen físico completo para ver cuál es el estado general de salud del perro. 

Si el veterinario sospechara de la infección, la prueba de diagnóstico preferida serán las imágenes por Resonancia Magnética, donde se revelará lesiones únicas, múltiples o cercanas al sistema nervioso. También podría solictar, el análisis de muestras de líquido cefalorraquídeo para confirmar la inflamación y la acumulación de células inmunitarias.

La  realización de una biopsia cerebral puede ayudar a confirmar la meningoencefalomielitis granulomatosa, pero rara vez se realiza debido a los peligros involucrados en la extracción de una pequeña muestra de tejido cerebral.

Tratamiento

A menudo, se requieren cuidados intensivos inmediatos y hospitalización para los perros con formas graves de meningoencefalomielitis granulomatosa. Para los pacientes debilitados, se inicia la terapia de líquidos por vía intravenosa para contrarrestar los déficits de líquidos corporales. Mientras tanto, la terapia esteroide a largo plazo se usa para aliviar los síntomas, solo bajo la supervisión del veterinario. En caso de naturaleza focal de la enfermedad, el veterinario también puede sugerir la quimioterapia o radioterapia. El veterinario también puede recetar analgésicos para controlar el dolor y anticonvulsivos para controlar la convulsiones.

Para la recuperación es importante restringir los movimientos del perro y si es posible, darle descanso en jaula o en una cama acolchada. Durante el descanso, se debería voltear al perro cada 4 horas para prevenir úlceras y llagas. El veterinario le recomendará exámenes de seguimiento una o dos veces al mes para realizar pruebas neurológicas.