Microsporidiosis en perros
Urgencia: Puede esperar
Pronóstico: Reservado

La encefalitozoonosis también conocida como microsporidiosis, es una infección parasitaria causada por el protozoo Encephalitozzon intestinalis, que crea lesiones en el corazón, los pulmones,  los riñones y el cerebro, afectando de manera significativa la capacidad funcional del animal. 

En la mayoría de los casos, los perros se recuperan de la infección, no obstante es fatal en cachorros, sobre todo cuando se contagian estando en el útero o durante la lactancia.

Es una enfermedad transmisible a humanos, particularmente a personas inmunodeprimidas que también son susceptibles a la infección. 

Síntomas

Si la infección es neonatal (aparece alrededor de tres semanas de edad), los principales síntomas son: crecimiento lento, capa pobre de pelo, insuficiencia renal y complicaciones neurológicas. En adultos: anomalías cerebrales, insuficiencia renal, comportamiento agresivo, convulsiones y ceguera.

Causas

El E. intestinalis se adquiere al lamer u olfatear orina infectada con esporas de otro animal. Tienen más peligro de contagiarse los perros que conviven con otros animales en perreras, refugios,… De todas formas, cualquier perro puede infectarse puesto que las esporas sobreviven durante un largo tiempo en el medio ambiente.

En algunos casos, la infección se da por transmisión placentaria.

Diagnóstico

El veterinario efectuará un examen físico exhaustivo, tomando en consideración el historial médico del perro. Si el perro ha dado a luz recientemente, unos cachorros muy pequeños con pelo pobre y opaco sería un claro síntoma de la enfermedad. 

Se realizará pruebas de perfil bioquímico, conteo sanguíneo completo y un análisis de orina. También, se harán pruebas de rabia y moquillo debido a que algunos perros exhiben agresión poco característica. El diagnóstico de la microsporidiosis es complicado y el veterinario puede solicitar un examen de heces u orina para detectar restos de las espora, una PCR para detectar el ADN del parásito o biopsias de los tejidos afectados.


Tratamiento

Si la infección no ha afectado a los riñones o al cerebro, el pronóstico es bueno y el perro podrá recuperarse por sí sólo. La terapia de apoyo puede incluir fungicida hasta que se elimine la infección del cuerpo. 

Si la enfermedad hubiese limitado el correcto funcionamiento de órganos vitales, el perro será hospitalizado para su recuperación con el uso de una terapia de fluidos y antibióticos.

Si la recuperación del perro se realiza en casa, hay que dejarlo en un lugar tranquilo y limitado para facilitar después la desinfección. Sería necesario evitar el contacto de cualquier persona con un sistema inmunitario debilitado con la orina de un perro enfermo. En estos casos, habría que pedir a otra persona que se encargue del cuidado de la mascota o se deberían tomar las medidas preventivas necesarias como el uso de mascarillas y guantes desechables mientras cuida a la mascota enferma.