Si la infección no ha afectado a los riñones o al cerebro del gato, el pronóstico es bueno y podrá recuperarse por sí sólo. La terapia de apoyo puede incluir fungicida hasta que se elimine la infección del cuerpo.
Caso contrario, si la mascota se encuentra gravemente afectada por la enfermedad por daño al cerebro o a los riñones, lo recomendable es que sea sacrificado.
Si cuida a su gato en casa, manténgalo en un área cerrada fácil de desinfectar. Evite el contacto con la orina del gato enfermo y más si el dueño sufre del sistema inmunitario. En estos casos, podrá pedirle a otra persona que se encargue del cuidado de su mascota o deberá tomar las medidas preventivas necesarias como el uso de mascarillas y guantes desechables mientras cuida de su mascota enferma.