Por lo general, los métodos para tratar la infección micótica son largos y costosos y en ocasiones los perros no responden bien. El veterinario decidirá el antifúngico que pueda ser más eficaz. Si el perro hubiera perdido peso drásticamente, tuviera problemas para respirar y/o sufriera deshidratación, tendría que ser hospitalizado hasta estabilizarlo. En estos casos, se administrará fluidoterapia y oxigenoterapia.
Las actividades de la mascota tendrán que restringirse mientras se recupera y, al mismo tiempo, se suministrará una dieta alta en proteínas y calorías. El veterinario programará citas de seguimiento para evaluar la efectividad del tratamiento y la progresión de la infección mediante radiografías de tórax.