Si el bloqueo está en el estómago: vómitos, pérdida de fluidos, deshidratación, letargo y pérdida de peso. Si el bloqueo está en el intestino vómitos, diarrea, debilidad, anorexia y pérdida de peso.
La obstrucción grastrointestinal es el bloqueo total o parcial del flujo de nutrientes,, ya sean líquidos o sólidos ingeridos por el cuerpo, y las secreciones del estómago hacia los intestinos y a través de ellos.
Es una enfermedad bastante común y de alto riesgo sobretodo en perros jóvenes.
Si el bloqueo está en el estómago: vómitos, pérdida de fluidos, deshidratación, letargo y pérdida de peso. Si el bloqueo está en el intestino vómitos, diarrea, debilidad, anorexia y pérdida de peso.
La obstrucción del flujo gástrico que causa este problema puede estar provocada por, entre otros, ingesta de objetos extraños (algo bastante común en los perros), un tumor, grastroenteritis o estenosis pilórica (una afección que provoca numerosos vómitos).
La obstrucción del intestino delgado puede ser debida a tumores, hernias, invaginación intestinal (una parte del intestino delgado se desliza hacia otra provocando la obstrucción, lo cual puede estar asociada a parásitos intestinales) o torsión mesentérica (torsión de los intestinos alrededor de la membrana colectiva entre los intestinos y la pared abdominal).
Si la obstrucción intestinal ha sido producida por la ingestión de cuerpos extraños, mediante la endoscopia se puede conseguir un examen perfecto. La endoscopia consiste en la introducción por la boca de un pequeño tubo con una microcámara conectada hasta el estómago.
Tanto el diagnóstico del problema como su solución tienen que ser lo más rápidos posible. Mediante el análisis de orina se descartan síntomas parecidos como enfermedades hepáticas. Con los ultrasonidos abdominales se determina la existencia de cuerpos extraños en el estómago o intestino.
De una manera u otra el tratamiento requiere hospitalización. Con cirugía se eliminará aquello que obstruye el conducto gastrointestinal. En el hospital también se ocuparán de los posibles efectos secundarios mediante el suministro de líquidos por vía intravenosa para evitar la deshidratación.
Es necesario reponer los líquidos perdidos en caso de exceso de vómitos o diarrea para evitar la deshidratación.
El perro tiene que llevar una vida tranquila comiendo alimentos suaves durante unos días hasta que se vuelva a la dieta normal poco a poco. No suministrar nada por vía oral hasta que se haya eliminado la obstrucción y cesado el vómito.
Los perros pueden desarrollar una tendencia a ingerir lo que no deben así que el dueño tiene que estar alerta. Por ejemplo, evitar los lugares donde pueda encontrar desperdicios. Esta conducta también puede ser corregida o limitada practicando ejercicios de control dentro y fuera de casa.