Suelen recomendarse analgésicos y medicamentos antiinflamatorios porque las deformaciones óseas suelen provocar dolor en los pacientes.
Para corregir el problema se puede optar por la cirugía pero, los resultados no son gratificantes en todos los casos. Tras la cirugía, se le recetarán analgésicos y medicamentos antiinflamatorios para disminuir el dolor.
El pronóstico y la expectativa de vida dependerán de la gravedad de la enfermedad. En algunas mascotas, la displasia es incapacitante, mientras que otros perros aprenden a compensar el tamaño más pequeño de las extremidades.
A medida que envejece, la mascota podría desarrollar artritis y aumentar rápidamente de peso. Es muy importante evitar la obesidad y para ello hay que facilitar una dieta saludable y ayudar a su perro a realizar actividad física adaptada a sus necesidades.