Cojera cíclica, úlceras persistentes, fiebre, letargo, debilidad e hinchazón de las extremidades.
La osteomielitis es una infección ósea en los perros que provoca inflamación de los huesos.
Es una enfermedad dolorosa para los perros que se produce por la infección de bacterias o hongos. Los patógenos llegan a los huesos de distintas formas:
Normalmente los huesos son resistentes a los patógenos pero la infección suele producirse por el bloqueo de riego sanguíneo que provoca una destrucción de las células del hueso, necrosis e inflamación.
Cojera cíclica, úlceras persistentes, fiebre, letargo, debilidad e hinchazón de las extremidades.
La principal causa son las bacterias, aunque en algunos casos también puede provocar la infección algún hongo.
El veterinario primero realizará un examen físico del perro para detectar zonas inflamadas y un análisis completo de sangre y de orina donde en algunos casos podría detectar la presencia de patógenos en el torrente sanguíneo o aumento de glóbulos blancos para combatir el proceso infeccioso.
Las radiografías son la principal herramienta para diagnosticar la enfermedad. Gracias a las pruebas de imagen, el veterinario podrá detectar anomalías o cambios en la estructura de los huesos.
El veterinario también puede solicitar una biopsia o una extracción de pus para un cultivo en Laboratorio y determinar así cuál es el patógeno causante.
El tratamiento de la osteomielitis dependerá de la gravedad y del avance de la enfermedad.
Si la enfermedad fuera leve o incipiente, con un tratamiento de antibiótico y eliminando la causa subyacente sería suficiente. El tratamiento durará aproximadamente un mes y medio. Normalmente durante la primera semana se suministrará con inyecciones y después ya será por vía oral.
Si la infección fuera grave o crónica, entonces el veterinario tendrá que recurrir a la cirugía para la limpieza, drenaje y eliminación del tejido muerto del hueso.
En los casos más graves, podría requerir amputación y por ello es conveniente actuar lo antes posible.