Normalmente el veterinario detecta el osteosarcoma por imágenes realizadas con aparatos como los rayos X.
El veterinario para confirmar si la masa detectada es un osteosarcoma normalmente utilizará una prueba citológica de una muestra por aspiración obtenida con una aguja fina. Esta prueba es más económica que la prueba definitiva que sería realizar una biopsia del tumor y ofrece una precisión del 80% aproximadamente.
Si con las pruebas de imagen y la prueba citológica el veterinario no tuviera claro el diagnóstico, entonces realizará una biopsia. En este caso el veterinario recogerá para su análisis una muestra del hueso. Es una prueba más invasiva que tiene algunos riesgos como incrementar la cojera del perro o la fractura del hueso.