Otitis otodéctica: ácaros en perros
Urgencia: Lo antes posible
Pronóstico: Bueno

La otitis otodéctica, también conocida como sarna otodéctica, es una infección parasitaria común causada por ácaros del oído, Otodectes cynotis. Los ácaros provocan una reacción de hipersensibilidad inmune que deriva en una irritación e inflamación intensa en el oído externo.  

El ácaro Otodectes cynotis se alimenta de cera y restos de piel del cana auditivo. Este tipo de sarna es frecuente en perros jóvenes, siendo altamente contagiosa a cachorros y pudiéndose propagar a otras partes del cuerpo del animal. 

Síntomas

Picazón en las orejas, cabeza y cuello (a veces picazón generalizada) y consecuente excesivo rascado en las orejas y en la cabeza. Con frecuencia va acompañado de sacudidas de la cabeza, costras gruesas de color rojo-marrón o negro en el oído externo, cera oscura de color marrón similar a granos de café, mal olor, protuberancias en el canal auditivo, abrasiones y arañazos en la parte posterior de las orejas, dolor y escamas en el cuello, la grupa y la cola.

Causas

El contacto directo con animales infestados por O. cynotis predispone al animal a padecer reacciones de hipersensibilidad, producto de las secreciones del ácaro que originan un prurito (picor) intenso. Si la infección persiste por un período prolongado de tiempo, puede ocasionar otitis bacteriana y/o fúngica por las heridas.  

Los gatos, en comparación con los perros, son más susceptibles tanto a padecerla como a contagiarla.

Diagnóstico

Se realizará un examen del conducto auditivo externo con un otoscopio para detectar inflamación y presencia de ácaros. Si se sospechara de la enfermedad, el veterinario también tomaría muestras de cerumen con un hisopo en aceite mineral para detectar la posible presencia de ácaro o sus huevos, directamente en el microscopio. 

En caso de detectar hipersensibilidad, producto de la infestación que dificulte la manipulación del animal, el veterinario prescribirá directamente un tratamiento y se evaluarán los resultados. 

Tratamiento

El veterinario recetará medicamentos antiparasitarios como selamectina, ivermectina o moxidectina. Si la condición no fuera grave, los antiparasitarios se aplicarán de forma tópica y si el proceso estuviera avanzado, el veterinario optaría por la aplicación por vía oral o inyectable. El veterinario también incidirá en la limpieza del canal auditivo con mucho cuidado para que no quede dañado.

Si hubiese evidencia de pioderma o infecciones bacterianas o fúngicas, también se administrarán antibióticos o antifúngicos. Si el perro mostrara signos de dolor, el veterinario también podría recetar antiinflamatorios. Dependiendo del grado de contaminación, el tratamiento puede prolongarse durante 4-5 semanas.

Como la probabilidad de contagio es alta entre los animales, sería conveniente aislar al animal infestado y desinfectar los accesorios que hayan entrado en contacto con el animal enfermo: mantas, peine, ropa, juguetes, entre otros. Antes de abandonar el tratamiento conviene estar seguro de haber eliminado totalmente los ácaros. Para evitar recaídas es necesario mantener una buena higiene, usar antiparasitarios y realizar revisiones periódicas.